¡Hola a todos y Feliz Año Nuevo! 2010 se nos echa encima y espero que llegue cargado de felicidad, salud y libros para todos.
Por mi parte, me toca hacer repaso de lo que he leído este año. Tengo la costumbre de llevar un recuento de todos los libros terminados, por lo que esta tarea se me antoja sencilla y nostálgica, pues cuando veo la lecturas de enero de 2009, me parece que fue hace un siglo. En fin, empecemos.
El año que acabamos de dejar atrás quizás haya sido el más prolífico en lecturas desde que llevo este control. He leído 28 novelas, cifra que no está nada mal, frente a las 25 del 2008.

El mes más prolífico fue Septiembre, con 6 lecturas. De los 28 libros, 18 han sido de
fantasía, lo que supone un
64,3% del total; 4 de ellas han sido de
terror/misterio, conformando un
14,3%; 1 ha sido de
ciencia ficción, o sea el
3,5%; 1 ha sido
histórica, o sea otro
3,5%; 2 han sido de
novela negra, 7% y el restro se lo dividen 1 novela juvenil y un libro juego.
Creo que es evidente que mi género predilecto a día de hoy es la fantasía...
Del total de literatura fantástica, el 61,1% de los libros leídos corresponden a autores españoles, algo que me enorgullece especialmente. Además, el 55,5% se refiere a novedades editoriales, dejando el resto para clásicos o novelas ya curtidas. Lo más llamativo, quizás sea que sólo el 5,5% se corresponde con autoras lo que refleja muy bien la ausencia de mujeres dentro de este género, que por otro lado, cuando se introducen en él, tan bien se les da.
He leído muy buenos libros este año, pero me gustaría destacar algunos. El primero,
El espíritu del Mago de Javier Negrete. Me ha parecido increíble. Me han gustado mucho también los dos volúmenes de
Las Tierras de Meed, los dos de
Los Héores Malditos y
El Enviado, primer volumen de La flor de Jade. Pero el gran descubrimiento de este año ha sido, sin duda, China Miéville con su
La Estación de la Calle Perdido, novela que me ha sorprendido por su calidad en todos los aspectos.

Mención aparte se merece
Porta Coeli I, La orden de Sta. Ceclina, de Susana Vallejo, que me pareció original y divertido,
Naturaleza Muerta, de mi amigo Victor Conde y
Ecos de Azurëa, de Manuel F. Bueno. También quiero mencionar los dos delicatessen del año:
Coraline y
Stardust, ambos de Neil Gaiman, un autor al que pienso seguirle la pista durante el año que entra.
Y es que en 2010 me he prepuesto cambiar ligeramente mis hábitos lectores. Quiero acercarme un poco más a los clásicos, tanto en materia fantástica como traicional. Quiero terminar de leer la saga de Elric de Melniboné, Las Crónicas de Belgarath y El Señor del Tiempo como mínimo, así como El retrato de Dorian Grey y Frankenstein, que llevan años cogiendo polvo en mi estantería. Además, me gustaría darle más oportunidades a la literatura histórica. Y, por supuesto, ¡intentar reducir mi pila de libros pendientes!
¡¡Feliz año 2010 a todos!!